Hace unos meses, Mr.Ego anunció la creación de una FMS callejera, llamada la Freestyle Under League (FUL). Si bien es cierto que el under español ha demostrado el talento y el potencial en eventos esporádicos, como la KingSize de Málaga, ningún evento ha logrado consolidarse en el tiempo. A pesar de que todavía no ha tenido una gran repercusión, hoy os voy a mostrar su potencial y por qué es una fórmula que puede ser la indicada para triunfar en España.
La razón principal por la que creo que la FUL se va a asentar en el under español, es el formato. Ya sabemos que el free español tiene el punchline como su mayor objetivo, por esto el formato FMS se adapta perfectamente, ya que las temáticas permiten una explotación de la imaginación e ingenio del freestyler sin dejar de lado el modo clásico de los minutos libres. Esto mismo es lo que han empezado hacer los participantes, que ya no sólo demuestran manejar las temáticas con comodidad, sino que se empiezan a apreciar nuevos matices del formato y formas de interpretarlo según el estilo de cada freestyler.
Esto último es fruto de la segunda razón, es la frescura. La frescura y la imprevisibilidad en el freestyle siempre ha sido clave, véase en los casos de Bnet en FMS, Gazir en RedBull o incluso FMS Argentina. De esta necesidad de frescura no se libran las competiciones callejeras, ya que desde que el Quinto desapareció todas las competencias under han tenido un factor diferencial, por ejemplo, la DEM y el uso de diversos instrumentos para acompañar a los beats o la KingSize y su desorbitante ingenio.
La tercera y última razón por la que creo firmemente en la FUL es por el nivel de los gallos. En la segunda jornada de la FUL madrileña ha quedado patente el nivel de los gallos, que lejos de acomplejarse por su no entrada en la RedBull, demuestran un nivel muy alto, extensible al resto de FULs. Por si fuera poco el nivel de las ligas, sobra decir que el nivel del evento nacional (que recordamos que estará formado por los primeros y segundos de cada liguilla) puede llegar a ser grandísimo. Teniendo en cuenta todo esto, lo único que nos queda es ver cómo se desarrollan las distintas jornadas, y sobre todo disfrutarlas.